Gustavo Alarcón Herrera rindió protesta como nuevo alcalde de Chilpancingo ante el Congreso del estado de Guerrero, tras el asesinato de Alejandro Arcos Catalán. La ceremonia se llevó a cabo antes de las 14:00 horas en un Congreso abarrotado por representantes de la clase política municipal.
Alarcón, un médico internista originario de Zumpango y ampliamente conocido en Chilpancingo, asumió el cargo con la promesa de «retomar el proyecto» que había postulado en campaña la coalición integrada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
Durante la toma de protesta, Alarcón Herrera manifestó: «Por Chilpancingo y por Alejandro; sí protesto!» Esto desató aplausos y «vivas» en el área de galerías, aunque el presidente de la Mesa Directiva tuvo que llamar al orden para mantener el decoro.
El nombramiento de Alarcón se desarrolló con base en lo que establece la ley, y se espera que le dé certeza al municipio de Chilpancingo tras el severo golpe del asesinato de Alejandro Arcos Catalán.
La Secretaría de la Defensa Nacional desplegó 280 efectivos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional en Chilpancingo desde el 7 de octubre para reforzar la seguridad y disminuir los índices delictivos en la región.
Alarcón se reunió con la gobernadora Evelyn Salgado para coordinar y atender las necesidades prioritarias del municipio. A pesar del miedo que le genera asumir la presidencia municipal, Alarcón afirmó tener un «compromiso moral con Chilpancingo» y está dispuesto a llevar el cargo adelante.