En Nuevo León, las autoridades han reportado una disminución del 24% en la tasa de homicidios. Sin embargo, hay un debate en curso respecto a cómo se deben contabilizar estas estadísticas. Algunos funcionarios argumentan que si se excluyen los casos de personas abatidas por las fuerzas de seguridad, la posición de Nuevo León en la lista de homicidios cambiaría significativamente. De acuerdo con esta perspectiva, Nuevo León pasaría del actual lugar a ocupar el séptimo o décimo puesto en la lista de homicidios.
Este enfoque ha generado discusiones sobre la metodología de conteo y su impacto en la percepción de la seguridad en la región. Las autoridades sostienen que esta ajustada estadística refleja mejor los esfuerzos para frenar los asesinatos y mejorar la seguridad pública en el estado.