Los refugios de animales en Los Ángeles se encuentran al borde del colapso debido a la inundación de animales rescatados, incluyendo perros, gatos, caballos, tortugas y incluso cacatúas.
Más de 150.000 personas han sido evacuadas de sus hogares, y miles de mascotas esperan en los albergues de emergencia a que sus dueños puedan regresar por ellas. Algunas de estas mascotas no han podido ser identificadas, mientras que otras no pueden volver porque los lugares donde vivían con sus propietarios han desaparecido.
Los incendios activos, que han dejado al menos 16 muertos y han incinerado más de 5.000 estructuras, han exacerbado la situación. Un establo cerca del incendio Eaton, por ejemplo, recibió animales sanos y otros gravemente lastimados o con quemaduras. Para la noche del miércoles, este recinto ya albergaba a 300 animales evacuados y actualmente está en su capacidad máxima con 450 animales, de los cuales al menos 100 no tienen un propietario registrado.
El reto principal es mantener a estos cientos de animales por un tiempo indefinido, dado que los incendios no han sido contenidos. El apoyo económico y material de la comunidad es crucial para la protección de estos animales a largo plazo.
A pesar de la gravedad de la situación, el regreso de los dueños por sus mascotas ha sido un momento de alivio y esperanza para los voluntarios y el personal de los refugios.