El papa León XIV, en su primera bendición dominical como pontífice, hizo un llamado urgente a la paz en various zonas de conflicto global. Desde la logia de la Basílica de San Pedro, ante una multitud de aproximadamente 100,000 personas, León XIV exclamó: ¡Nunca más la guerra!
El papa se dirigió específicamente a los conflictos en Ucrania y Gaza, pidiendo un cese al fuego inmediato y una paz genuina y justa. También se dirigió a las grandes potencias del mundo, reiterando el llamado a evitar futuros conflictos globales.
León XIV retomó la tradición papal de ofrecer una bendición al mediodía, pero con algunas novedades. En lugar de asomarse a la ventana del estudio del Palacio Apostólico, el papa se posicionó en el centro de la plaza y al corazón de la basílica, simbolizando una mayor conexión con los fieles.
Además, León XIV cantó la oración Regina Caeli, una oración en latín que se dice durante la temporada de Pascua, lo que contrasta con la práctica de sus predecesores, quienes solo la recitaban.
Este mensaje de paz y unidad marca los primeros pasos de León XIV, quien es el primer papa de los Estados Unidos y combina una doble identidad cultural y pastoral, con experiencia en América Latina y en el gobierno de Francisco. Su enfoque en la dignidad humana, la justicia social y la paz refleja su compromiso con los retos del siglo XXI[2][3][4].