El papa Francisco, de 88 años, se encuentra estable en su tercer día de hospitalización en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma. Fue ingresado el viernes pasado para recibir tratamiento por una bronquitis y someterse a pruebas diagnósticas necesarias.
La Santa Sede informó que las condiciones clínicas del papa son estables y que el proceso diagnóstico y terapéutico prescrito por el personal médico continúa. El papa durmió bien durante la noche y recibió la Eucaristía, siguiendo la Santa Misa por televisión. Por la tarde, alternó la lectura con el descanso.
El papa agradeció las muestras de afecto y el cuidado de los médicos y enfermeros del hospital en el texto que preparó para la oración dominical del Ángelus. Expresó su agradecimiento al afecto, la oración y la cercanía con los que le están acompañando estos días y a los médicos y personal sanitario por su cuidado.
Debido a su estado de salud, el papa canceló varias actividades, incluida su visita a los estudios de cine de Cinecitta y no dirigirá la oración del Ángelus. El cardenal José Tolentino de Mendonça leyó la homilía preparada por el papa durante la misa del Jubileo de la Cultura.
Las pruebas realizadas confirmaron la infección de las vías respiratorias, y la terapia se modificó ligeramente basada en nuevos hallazgos microbiológicos. Los exámenes de laboratorio mostraron una mejora en algunos valores.
El papa ha estado sufriendo de bronquitis desde principios de febrero, lo que le ha imposibilitado leer algunos discursos en las audiencias generales. Su agenda ha sido suspendida al menos hasta el lunes para permitirle descansar y recuperarse.