El Tribunal Supremo de los Estados Unidos inició su nuevo curso judicial este lunes, abordando una variedad de casos que reflejan las profundas divisiones y desafíos actuales en la sociedad americana.
Uno de los primeros casos destacados es *Garland v. VanDerStok*, programado para el 8 de octubre, que se centra en la regulación de los kits de piezas y plantillas para armas de fabricación casera, conocidas como «armas fantasma». Estas armas, muy difíciles de rastrear, han visto un aumento notable en su uso. El Gobierno de Joe Biden clasificó estos kits como armas de fuego en 2022, imponiendo límites de edad, controles de antecedentes, serialización y registro. El Supremo debe decidir si el Gobierno tiene la autoridad para exigir estos requisitos, similares a los que se aplican a las armas ya fabricadas.
Otro caso crítico es *Glossip v. Oklahoma*, programado para el 9 de octubre, que involucra la pena de muerte. Richard Glossip, quien ha enfrentado ocho fechas de ejecución y ya pasó por el ritual de la última comida en el corredor de la muerte en tres ocasiones, busca salvar su vida. Este caso es particularmente significativo dado el historial de Glossip y las implicaciones legales y éticas que rodean la pena capital.
Además, el Tribunal Supremo abordará temas como el acceso a la pornografía, con el caso *Free Speech Coalition, Inc. v. Paxton*, aunque aún no tiene una fecha fijada para la vista oral. Este caso podría tener implicaciones importantes sobre la regulación y el acceso a contenido pornográfico en línea.
Los derechos de la comunidad trans también estarán en el foco, especialmente con el caso *Bouarfa v. Mayorkas*, programado para el 15 de octubre, que se refiere a las visas para inmigrantes y las leyes estatales contra la terapia de «afirmación de género». Este caso tiene una trascendencia considerable dada la creciente controversia alrededor de las políticas de género en varios estados republicanos.
Otros temas que serán examinados incluyen la basura nuclear, los cigarrillos electrónicos, la prueba de discriminación a heterosexuales en el trabajo, y posibles disputas relacionadas con las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. La composición del Tribunal, con una supermayoría de seis jueces conservadores frente a tres magistradas progresistas, sugiere que este curso judicial podría marcar un continuo de la «revolución conservadora» iniciada en los últimos tres años.
Estos casos no solo reflejan las divisiones políticas y sociales actuales en los Estados Unidos, sino que también tienen el potencial de establecer precedentes legales que impactarán significativamente la vida de los ciudadanos americanos en various aspectos.