La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha reducido significativamente sus proyecciones de crecimiento económico para la región en 2025 debido a la guerra arancelaria iniciada por el presidente estadounidense Donald Trump.
Según la Cepal, el crecimiento económico de América Latina se estima en un 2% para 2025, un recorte significativo atribuido a un entorno internacional muy complejo y de mucha incertidumbre . Los nuevos aranceles anunciados por Trump tendrán efectos directos sobre las exportaciones regionales y efectos indirectos a través de una mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales.
La Cepal alertó que los anuncios y la confrontación geoeconómica han aumentado el riesgo de disrupciones graves en las cadenas de producción global y en los flujos del comercio internacional. Entre los impactos identificados se incluyen una desaceleración de la demanda agregada externa, mayor volatilidad cambiaria y un aumento en la acumulación de reservas internacionales por motivos precautorios. Además, se espera una desaceleración en la demanda interna, con el consumo privado impulsando el crecimiento a un ritmo cada vez más bajo.
El secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, destacó que el impacto de esta guerra arancelaria es mucho peor que la crisis financiera de 2008 y podría equipararse a la Gran Depresión de 1929. A diferencia de la crisis de 2008, que afectó principalmente al Atlántico Norte y vio una rápida recuperación en América Latina gracias al boom de los commodities, la actual situación involucra recortes significativos en las previsiones de crecimiento de los principales socios de Latinoamérica, Estados Unidos y China[2][4][5].