La Cámara Baja de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que prohíbe la participación de jóvenes transgénero en los deportes femeninos en colegios y universidades que reciben financiación pública. El proyecto de ley fue aprobado con 218 votos a favor, incluyendo todos los escaños republicanos y dos demócratas, y 206 votos en contra.
Este proyecto de ley define el sexo «basado únicamente en la biología reproductiva y la genética al nacer» y establece que las mujeres y niñas transgénero no puedan participar en deportes de equipo según su identidad de género. La ley busca enmendar la ley federal de 1972 conocida como Título IX, que prohíbe la discriminación por sexo en programas deportivos que reciben fondos federales.
Las instituciones educativas que no cumplan con esta prohibición podrían perder la financiación del Gobierno federal si el texto se convierte en ley. Aunque la Cámara Baja aprobó el proyecto, es poco probable que el Senado lo adopte, ya que requiere una mayoría calificada de 60 votos para ser aprobado, lo que implica el apoyo de al menos siete demócratas.
Los republicanos han utilizado este tema como una cuestión electoral contra los demócratas, especialmente en lo que respecta a la juventud y los deportes, dentro de una guerra cultural más amplia alrededor de los derechos LGBTIQ+. El presidente electo Donald Trump ha prometido poner fin a la «locura transgénero».[1][2]