Israel anunció que mantendrá su despliegue militar en el sur del Líbano incluso después del inicio del alto el fuego de 60 días entre Israel y el grupo chií Hizbulá. Este acuerdo de alto el fuego entró en vigor a las 04:00 horas del miércoles en Líbano, después de un acuerdo alcanzado con la garantía de Estados Unidos y Francia.
El Ejército israelí, a través de su portavoz en árabe, Avichay Adraee, informó que las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) permanecerán desplegadas en sus posiciones dentro del sur del Líbano, de acuerdo con las cláusulas del acuerdo de alto el fuego. Se advirtió a los civiles de la zona que no regresen a sus hogares por motivos de seguridad, prohibiéndose acercarse a las aldeas evacuadas o a las tropas israelíes en la región.
El plan del alto el fuego consta de tres etapas: una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas de Hizbulá al norte del río Litani; la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días; y finalmente, negociaciones entre ambos países para delimitar su frontera, que actualmente corresponde a una línea trazada por la ONU tras la guerra de 2006.
Desde el estallido de las hostilidades entre Israel y Hizbulá el 8 de octubre de 2023, más de 3,800 personas han muerto y más de 15,800 han resultado heridas en ataques israelíes en el Líbano. La mayoría de estas muertes, alrededor de 3,100, se produjeron desde el inicio de la campaña de bombardeos masivos de Israel el 23 de septiembre, afectando principalmente a las comunidades del sur y del este del Líbano, así como a los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.
A pesar del alto el fuego, la tensión persiste, con Israel y Hizbulá advirtiendo que responderán si son atacados. Israel también impuso un toque de queda temporal para los residentes del sur de Líbano, pidiéndoles no desplazarse al sur.