En el estado de Nuevo León, se ha registrado un alarmante número de osos atropellados en el período entre 2023 y 2024. Según los datos, un total de 38 osos han sido víctimas de atropellos durante este tiempo.
El crecimiento descontrolado de la ciudad y la falta de cultura de respeto a los animales salvajes son factores significativos que contribuyen a este problema. La expansión urbana ha llevado a la invasión de hábitats naturales, aumentando las interacciones peligrosas entre osos y vehículos.
Las autoridades y organizaciones de conservación han destacado la necesidad de implementar medidas para proteger a estos animales y educar a la población sobre la importancia de respetar y preservar la vida silvestre. La situación subraya la urgencia de abordar los impactos ambientales y urbanísticos que afectan a las especies silvestres en la región.