Vladimir Putin confirmó que Rusia lanzó un misil balístico contra Ucrania, pero aseguró que no llevaba carga nuclear. Este ataque se produjo después de que Ucrania lanzara misiles estadounidenses y británicos contra objetivos dentro de Rusia, lo que Moscú considera una escalada significativa en el conflicto.
El misil utilizado no fue un misil balístico intercontinental (ICBM), sino un misil balístico de alcance medio (MRBM), de menor potencia y alcance[3].
El ataque tuvo como objetivo «empresas e infraestructura crítica» en la ciudad de Dnipro, en el centro-oriental de Ucrania. El gobernador de la región, Sergiy Lysak, informó que el ataque causó daños a una empresa industrial y provocó incendios, resultando en dos heridos[1].
Putin también mencionó que la guerra en Ucrania ha adquirido elementos de un conflicto global y criticó la posición de la administración del presidente estadounidense Joe Biden por permitir a Ucrania atacar territorio ruso con misiles de largo alcance[2].
Además, Rusia expresó su preocupación por la nueva base de defensa contra misiles balísticos de Estados Unidos en el norte de Polonia, argumentando que esto aumentaría el nivel general de peligro nuclear[1].