La XXIX Cumbre Iberoamericana, que se celebra en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, enfrenta una significativa crisis de asistencia y relevancia política.
– **Ausencia de Pedro Sánchez**: El Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, no asistirá a la cumbre, citando la necesidad de seguir atendiendo los efectos de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Esta es la tercera ocasión en la que Sánchez no asiste a esta cumbre[2].
– **Representación de España**: España estará representada por el Rey Felipe VI y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares[2].
– **Baja asistencia**: Se espera que solo entre seis o siete de los 23 presidentes convocados asistan a la cumbre. Además de la delegación española, estarán presentes el presidente ecuatoriano, el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente dominicano Luis Abinader, el presidente paraguayo Santiago Peña, y el presidente andorrano Xavier Espot[2].
– **Conflictos regionales**: La cumbre se ve afectada por múltiples conflictos entre los gobiernos de la región, incluyendo tensiones entre Ecuador y México debido al asilo del ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas en la embajada mexicana[2].
– **Pérdida de relevancia**: La cumbre ha perdido significativamente su importancia en comparación con las de los años 90, cuando líderes como Fidel Castro eran protagonistas de estos encuentros[2].
– **Reflexión sobre el futuro**: La baja asistencia y los conflictos regionales han generado una seria reflexión sobre el estado de las relaciones iberoamericanas y la necesidad de resaltar los puntos de encuentro para la conciliación y la integración en la región[2].