El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado la posibilidad de un ataque militar contra Irán, aunque ha mantenido la ambigüedad sobre su decisión final. En una declaración en la Casa Blanca, Trump mencionó: Puede que lo haga. Puede que no lo haga. Quiero decir, nadie sabe lo que voy a hacer [1].
El líder supremo de Irán, Ayatolá Ali Jamenei, respondió a estas declaraciones rechazando cualquier idea de rendición incondicional y advirtiendo que si Estados Unidos lanza una ofensiva militar, sufriría daños irreparables [3].
Tanto Irán como Rusia y China han advertido que una intervención militar directa de Estados Unidos podría agravar la situación en Medio Oriente. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, se negó a confirmar la posibilidad de un inminente bombardeo a Irán durante una audiencia en el Senado, destacando que el Departamento de Defensa está preparado con varias opciones pero no revelaría detalles en ese foro[1].
Trump también criticó a Irán por no haber negociado un acuerdo en un plazo de 60 días que él había ofrecido, expresando su tristeza por la situación actual y reiterando que la palabra del presidente significa algo y que el mundo lo entiende[1].
En el contexto del conflicto entre Israel e Irán, que ya lleva siete días, las tensiones siguen escalando con ambos lados manteniendo posturas firmes y sin indicios de un diálogo inminente[5].