El Museo del Louvre, uno de los más visitados del mundo, cerró sus puertas el lunes 16 de junio de 2025 debido a una huelga espontánea convocada por sus trabajadores. La protesta se centró enSeveral motivos clave, incluyendo el agotamiento de los empleados frente al turismo masivo, la falta de personal adecuado para gestionar la afluencia de visitantes y las condiciones laborales insostenibles.
Los trabajadores, que incluyen asistentes de galería, vendedores de la taquilla y personal de seguridad, denunciaron que el museo sobrevive con un número insuficiente de trabajadores, lo que incrementa el estrés laboral y compromete la calidad del servicio. La Sala de los Estados, donde se exhibe la famosa Mona Lisa y atrae hasta 20.000 visitantes al día, es uno de los puntos de máxima congestión, lo que provoca una experiencia incómoda para los turistas.
Esta huelga pone en evidencia el desgaste de las grandes instituciones culturales frente al turismo globalizado. El Louvre, al no poder adaptarse al nuevo paradigma, ha convertido lo que debería ser una experiencia íntima y reverente ante la historia del arte en un evento masivo, ruidoso y agotador tanto para el público como para los trabajadores.
La huelga no solo detuvo el funcionamiento del museo, sino que también puso en pausa un modelo turístico que parece haber alcanzado su límite, destacando la necesidad de medidas restrictivas para controlar las multitudes y proteger el patrimonio cultural.