La Universidad de Harvard ha presentado una demanda contra la administración de Donald Trump debido a la decisión de impedir la inscripción de estudiantes internacionales en la institución. Here are the key points:
– La administración Trump ordenó bloquear la inscripción de estudiantes extranjeros en Harvard, lo que afectaría a aproximadamente 6,800 estudiantes, que representan una cuarta parte del estudiantado de la universidad[2][3][4].
– Harvard acusó a la administración Trump de ejercer una clara represalia contra la universidad por ejercer sus derechos amparados por la Primera Enmienda, específicamente por controlar la gobernanza, el currículo y la ideología de su profesorado y estudiantes[1][3][4].
– La administración Trump había solicitado registros de protestas de cinco años atrás, incluyendo videos de mala conducta y registros de medidas disciplinarias que involucraban a estudiantes internacionales. A pesar de la naturaleza y alcance sin precedentes de estas demandas, Harvard cumplió con la solicitud del 16 de abril y una solicitud de seguimiento[1].
– La universidad también recibió una carta que criticaba a Harvard por no condenar el antisemitismo, haciendo referencia a protestas propalestinas en la Universidad de Columbia y otras facultades estadounidenses[4].
– Una jueza federal de Boston, Allison D. Burroughs, bloqueó temporalmente la decisión de la Administración Trump, argumentando que Harvard demostró que sufriría un daño inmediato e irreparable si no se restringía temporalmente la orden[4].
– Harvard argumenta que la revocación de su permiso para acoger a alumnos internacionales es una violación flagrante de la Primera Enmienda y carece de una explicación racional[4].