La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció el inicio de la transición hacia una jornada laboral de 40 horas semanales, que se implementará de forma gradual hasta 2030. Este anuncio se dio durante la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, en una reunión con líderes sindicales y representantes de organizaciones de trabajadores en el Palacio Nacional.
Sheinbaum destacó que la reducción de la jornada laboral será parte de una reforma laboral consensuada con empleadores, empleadoras, sindicatos y trabajadores. Todas estas grandes reformas que se han hecho en México han sido por consenso y queremos que ésta también sea una reforma por consenso. Por eso el día de hoy lo que abrimos son las mesas de trabajo , afirmó.
El secretario del Trabajo, Marath Bolaños López, explicó que la aplicación de esta reforma será paulatina y se consolidará al final del sexenio. La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales se logrará a más tardar en enero de 2030.
Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno con los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora mexicana, en línea con los principios de la Cuarta Transformación: justicia social, soberanía y democracia. La mandataria enfatizó que el cambio no puede ocurrir de un día a otro, pero que es importante acordar un camino claro y consensuado para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores[3][4][5].