El Papa Francisco sigue en un estado crítico debido a una complicada infección pulmonar. Here are the key points of his current health status:
– El Papa Francisco está consciente pero sigue recibiendo altos flujos de oxígeno suplementario través de un tubo nasal después de una crisis respiratoria y transfusiones de sangre[1][2][3].
– El sábado, sufrió una prolongada crisis respiratoria asmática asociada con su bronquitis asmática crónica y neumonía bilateral, lo que requirió el uso de oxígeno suplementario para estabilizarlo[2][3].
– Recibió transfusiones de sangre debido a un bajo conteo de plaquetas, una condición conocida como trombocitopenia, necesarias para la coagulación sanguínea[1][2][3].
– Los análisis de sangre del domingo revelaron una leve insuficiencia renal en un estado inicial, aunque este problema está actualmente bajo control[2][3].
– A pesar de la gravedad, el Papa permanece vigilante y bien orientado, aunque el pronóstico sigue siendo reservado debido a la complejidad de su cuadro clínico y la espera de los efectos de las terapias farmacológicas[2][3].
– La principal amenaza que enfrenta es la aparición de sepsis, una grave infección de la sangre que puede ocurrir como complicación de la neumonía, aunque hasta el viernes no había evidencia de sepsis y estaba respondiendo a los medicamentos[1][3].
– Fue admitido en el hospital Gemelli el 14 de febrero después de que empeorara una bronquitis que había sufrido durante una semana, y se le diagnosticó una compleja infección respiratoria viral, bacteriana y fúngica, seguida de neumonía en ambos pulmones[1][3].