El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó por cuarta vez un estado de excepción focalizado en el país, con el objetivo de «reforzar acciones de seguridad» debido a una «grave conmoción interna y conflicto interno armado».
Este decreto, que tendrá una duración de 60 días, se aplicará en varias regiones del país, incluyendo las provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena y El Oro. Además, afectará al cantón Ponce Enríquez en Azuay y al Distrito Metropolitano de Quito en la provincia de Pichincha.
La Presidencia justificó la emisión de este nuevo decreto para «fortalecer el trabajo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en función de defender la soberanía e integridad del Estado, seguridad ciudadana y orden público».
El decreto también establece un toque de queda o restricción a la libertad de tránsito desde las 10 p.m. hasta las 5 a.m., hora local, en varios cantones específicos. Estos incluyen Camilo Ponce Enríquez (Azuay); Durán, Balao y la parroquia Tenguel (Guayas); Babahoyo, Buena Fe, Quevedo, Pueblo Viejo, Vinces, Valencia, Ventanas, Mocache, Urdaneta, Baba, Palenque, Quinsaloma y Montalvo (Los Ríos); Joya de los Sachas, Puerto Francisco de Orellana y Loreto (Orellana).
Este es el último en una serie de medidas tomadas por Noboa para abordar la creciente inseguridad y violencia provocada por grupos de delincuencia organizada, después de que en enero decretara el estado de conflicto interno armado en Ecuador.