El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un conjunto de leyes migratorias más estrictas que incluyen la imposición de la pena de muerte para inmigrantes indocumentados condenados por delitos graves. Estas leyes, aprobadas recientemente, establecen que los inmigrantes indocumentados que cometan delitos como asesinato en primer grado o violación infantil podrían enfrentar la pena de muerte.
Los delitos considerados capitales bajo esta legislación incluyen el asesinato premeditado o durante la comisión de otro delito grave, y la violación de menores de 12 años. Además, otros delitos que resulten en la muerte de una persona, como robo a mano armada, secuestro, incendio provocado, o tráfico de drogas que cause la muerte de un usuario, también podrían ser castigados con la pena de muerte.
Esta medida forma parte de un paquete legislativo más amplio destinado a reforzar las políticas migratorias en Florida, incluyendo multas de $5,000 y la suspensión del cargo para los funcionarios del condado o municipales que se nieguen a cumplir con estas leyes. La legislación también elimina la matrícula estatal para estudiantes inmigrantes indocumentados.
El proyecto de ley ha generado un intenso debate y críticas por parte de grupos defensores de los derechos civiles y legisladores demócratas, quienes argumentan que estas medidas son inhumanas y extremas, y podrían violar la Constitución. DeSantis, sin embargo, defiende el endurecimiento de las leyes migratorias como necesarias para garantizar la seguridad de los floridanos.